VENTANA A LA ETERNIDAD

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Home

La razon de este sitio

Quienes somos los que abrimos la Ventana

En el Principio...

Buen Arrepentimiento

 

Correspondencia:       Cartas a Raimundo

 

El Transito del Ser Humano

 

 

La Interrogativa que es Incógnita

Allá por los años treinta del siglo XX ví la luz del mundo. Fue al final de un mayo, el mes de las flores, en el centro de la primavera, así pues mis padres me concibieron durante el mes de agosto anterior. Desde aquel momento he sentido en el centro de mi ser una interrogativa bullante.

Hoy, ya en el siglo, que llaman, XXI, se agita esta interrogativa con una viveza apremiante pues, como resultado de mi crecimiento en el tiempo transcurrido, ha dejado de ser confusa y es clara: lo que empezó aquel agosto es evidente que va a concluirse. Es decir, la experiencia de mis observaciones desde que vi la luz me enseña que este cuerpo donde yo existo y desde donde contemplo el mundo que me rodea, por necesidad, va a morir.

Así es lo que contemplo, ahora mucho más que al principio de mi existencia, los seres humanos que me rodean, cuando mueren, ya no me pueden decir nada. Hasta el momento de su muerte sí me podían decir algo: incluso que se morían. A partir de ese momento único, e igual para todos, solo existe silencio.

Por lo tanto siento el bullir de la interrogativa más confusa y más agitada. Durante los años jóvenes, también durante los de la madurez, con tantas preocupaciones para sobrevivir, cada día largo me lo fiaba. Hoy, el futuro se ha acabado casi y el pasado se ha hecho largo con recuerdos. El presente es interrogativa, y su respuesta, el futuro, es incógnita. Esta se llama

Muerte.

 

Una amiga muy querida de la juventud, al encontrarnos después de muchos años y respondiendo a esas preguntas a cerca de nuestro mundo de entonces, me describía el fallecimiento de su padre, quien le dirigió sus últimas palabras de despedida en ese momento único:

"Hija, ...hasta la eternidad!"

Este padre había sido un hombre, ...como la mayoría, ...iba a la iglesia,,,lo normal, cuando la familia iba junta, porque la costumbre era ir a la iglesia, pero vivía para su familia, para su trabajo de muchos años en el mismo, para ir todos las tardes al anochecer al café, a tomar su copa, a jugar a la ajedrez, a la tertulia. Una vida ocupada, útil, fructuosa... Se le había fiado muchos años, ...mientras la interrogativa creció y la incógnita se hizo tan apremiante que dejó de ser interrogativa o incógnita. Ahora, en este su  momento último, se había transformado en una expresión simple, clara y preñada de significado:

 

¡La Eternidad!

 

"Eternidad," palabra perpleja, diríamos, ya que nadie de los que han entrado en ella ha vuelto a contarlo. Sin embargo hubo alguien que se tomo la molestia de salir de ella para decirnos cómo llegar a ella, si es que nos tomamos la molestia de mirar hacia ella:

"...nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto... nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre,... para que todo el que crea tenga en él la VIDA ETERNA. Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo Unigénito, para que todo el que crea en El no perezca sino que tenga VIDA ETERNA

(Jn. 3:11-16)

Por lo tanto, amigo que voloteas por esta red de comunicación, abre con nosotros esta ventana y acompáñanos respirando el aire que viene de

¡La Eternidad!

 

 

 

 

Hit Counter